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Paz y Ciencia

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fritz Perls y el budismo zen




No creo que nadie recibiera la "iluminación" ni llegara al satori, pero la experiencia fue interesante. Cuando llegó el mo momento de pagar tuve un shock. El precio era de diez dólares, y esto incluye, y esto incluía el alojamiento y comida por una semana entera. Cuando se me anunció esto, no lo pude aceptar y le di treinta dólares, los que fueron graciosamente aceptados.

El zen me había atraído como la posibilidad de una religión sin un dios. Estaba sorprendido de ver que antes de cada sesión debíamos invocar e inclinarnos ante una estatua de Buda. Fuera o no fuera un mero simbolismo, para mí era nuevamente una reificación que llevaba a una deificación.
Debíamos respirar de un cierto modo y mantener nuestra atención en la respiración para minimizar la intromisión de los pensamientos, mientras que el maestro se pavoneaba por las hileras, ocasionalmente corrigiéndonos la postura. Cada vez que se acercaba, a mí me angustiaba. Esto desde luego que echaba por tierra mi respiración...
Me dio únicamente un koan simple e infantil: "¿De qué color es el viento?·, y estuvo satisfecho cuando por respuesta le soplé en la cara.

Mi búsqueda acetuó más aún la creación de un método viable de hacer algo alcanzable este tipo de autotrascendencia humana al hombre occidental. En esto fui alentado por Aldos Huxley, quien dijo de mi libro Terapia Gestalt: "El único libro psicoterapéutico que vale la pena leer".

Mi visita al Japón fue un fracaso, al menos en lo que se refiere a cualquier logro en materia de zen. Hizo reforzar mi opinión de que algo tiene que andar mal tanto con el zen como con el psicoanálisis si se demora años y años el llegar a ninguna parte. Lo más halagador que puede decirse es que el psicoanálisis engendra psicoanalistas y el zen engendra monjes zen. Hay que recalcar, sí, lo valioso que hay en ambos métodos: el engrandecimiento de la capacidad de darse cuenta y la liberación del potencial humano. Sin embargo, hay que negar su eficiencia. No pueden ser eficientes porque no se basan en las polaridades de contacto y retirada, que es precisamente el ritmo de la vida.

Fritz Perls

1 comentario:

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años